La reciente iniciativa de Apple de implementar cambios significativos para sus usuarios europeos en respuesta a las nuevas regulaciones de la Unión Europea ha generado un amplio debate. Por primera vez, las reglas de la UE están obligando a Apple a considerar la posibilidad de que los usuarios puedan buscar aplicaciones fuera de la App Store de Apple y permitir que navegadores distintos a Safari funcionen en iOS con todas sus características.
A pesar de estos cambios aparentemente drásticos, hay críticas de que Apple no está yendo lo suficientemente lejos para cumplir con las nuevas reglas de la UE. La introducción de un nuevo sistema de tarifas para desarrolladores destaca cómo Apple aún no está lista para soltar completamente su control sobre la App Store. Según Andy Yen, fundador y CEO de Proton, las nuevas tarifas y restricciones simplemente refuerzan el control de Apple sobre su ecosistema.
Durante más de una década, los iPhones han funcionado como supermercados altamente controlados donde los desarrolladores no pueden simplemente entrar y vender sus productos sin pasar por un proceso de aprobación. Ahora, con la ley del Acta de Mercados Digitales (DMA) de la UE, se pretende abrir estas plataformas a una mayor competencia y elección del consumidor.
A pesar del anuncio de Apple, que marca un cambio significativo y muestra al resto del mundo lo que es posible con una regulación firme, las excepciones en el anuncio de Apple también han generado críticas agudas. Apple mantendrá un elemento de control sobre las aplicaciones y nuevas tiendas de aplicaciones que operen en sus dispositivos, argumentando que esto es necesario para reducir "los riesgos de privacidad y seguridad".
Con los cambios propuestos, incluida la tarifa "core technology fee" de €0.50 por cada descarga una vez que una aplicación supere el millón de descargas, Apple parece estar buscando un equilibrio entre cumplir con la legislación de la UE y mantener su modelo de negocio rentable.
Estos cambios han provocado indignación entre los desarrolladores que esperaban beneficiarse de los cambios inspirados en la DMA, argumentando que las políticas nuevas de Apple, en la práctica, harán imposible que los desarrolladores se beneficien de ellos.
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